“Ponerse en los zapatos del usuario” es el corazón de la arquitectura empática. Los realizadores crean sus obras pensando en qué querrían ellos si estuvieran haciendo el espacio público para sí mismos o sus seres queridos.
A continuación tenemos 20 ejemplos de cómo la arquitectura empática puede ayudar a la gente a sentirse incluida, disfrutar más de los lugares públicos e incluso a salvar vidas. Varias de estas ideas serían buenas para nuestras propias comunidades, así que a tomar notas.
1. Basureros para ciclistas (Blikvanger, Países Bajos)

2. Desfibriladores para uso público (Adelaida, Australia)

3. Descansos para sillas de ruedas y, además, bancas

4. Estas paradas de autobús promocionan la producción local (Nagasaki, Japón)

5. Protector de asientos de bici contra lluvia

6. Columpios musicales en la vía pública (Montreal, Canadá)

7. Puentes para vida salvaje (Parque nacional Banff, Canadá)

8. Separador de lo reciclable para los recolectores (Noruega)

9. Caja de arena compatible con silla de ruedas

10. Banca ofrece refugio para gente sin hogar (Vancouver, Canadá)

11. Rampa para patos (Universidad de Washington)

12. Estación de trabajo con “guardería” en biblioteca

13. Paso para tortugas en vías de tren (Wakayama, Japón)

14. Sube y baja transfronterizo (México-Estados Unidos)

15. Cruces peatonales con tiempo extra para ancianos (Singapur)

16. Puente migratorio para cangrejos (Isla de Navidad, Australia)

17. Puerta para niños en consultorio pediátrico

18. La vía dolorosa es accesible en silla de ruedas (Jerusalén)

19. Acogedora parada de autobús (Noruega)

20. Cajas de seguridad para bebés que son abandonados (Indiana, Estados Unidos)

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